martes, 7 de agosto de 2012

Dyango habla de su abstracto mundo fuera de la música

Dyango es un tipo que puede hablar de música con propiedad, conoce sus estilos y la estudia desde la infancia, pero esta no es la única vertiente creativa en la que navegan sus ideas.
Hace un tiempo, su mano se aferró a un pincel con el cual inició una inagotable fábrica de pinturas llenas de color, desnudez, sicodelia, inimaginadas para él o sus seguidores. A casi un mes de su retorno a Santiago, los próximos 2 y 3 de septiembre, el español habló con Terra.cl para contar sobre su relación con Chile, la experiencia, el futuro, y este nuevo mundo abstracto en el que pasea feliz.  
El Regreso a Chile
¿Cómo te sientes con este regreso a Chile?
Es como volver a casa. He ido siempre y soy uno de los cantantes que más veces a tenido la suerte de visitar Chile y no en vano, cuando era el año 68, cuando recién era un ‘nene’, fui por primera vez. Y así, seguidamente he ido y venido, y muchas veces, una detrás de otras y bueno, por eso me pongo contento de regresar ahora. Hace ya un año y medio que no estoy en Chile, y va a ser un rencuentro realmente fantástico.
Por ahí se habla que eres una de las cartas para el próximo Festival de Viña del Mar
¡Bah! Me volvería loco, ha, ha, ha. Me volvería loco porque es uno de los escenario donde, por qué no decirlo, he tenido grandes éxitos en las tres o cuatro presentaciones que he hecho en mi vida. Probablemente, alguien haya estado muchas más veces que yo, pero que yo haya estado tres o cuatro veces, ya es hermoso para mí, y su puedo hacer una quinta vez, pues tanto mejor. Para mí, la Quinta Vergara es algo fuera de serie, es algo que para hablarlo, tienes que vivirlo.
¿Te gustaría estar dentro del jurado, tal vez en el rol de presidente de este “jurado festival”?
¡Hombre! Soy muy exigente y no sé si podría aguantarme. A veces lo he pensado, ¿sabes?, en especial por mi formación musical, porque estudié música desde los ocho años. Estudié armonías, violín y trompeta. Terminé los estudios de todo eso y después fui cantante toda mi vida, entonces, vería difícil dejar pasar una desafinación, ha, ha, ha, y sería bastante duro. Pero bueno, siempre debe haber alguien que tiene que ser así, ¿no?, pero si me gustaría, claro que sí y también poder enseñarles en qué mejorar y qué camino seguir.
La experiencia
¿Qué consejo le darías a jóvenes que ahora parten en la música?
Sería que no se fijaran nunca en lo que hacen los demás, que cada uno tiene un sitio en este mundo. No hay que tener ni un poquitín de envidia hacia los demás. Cada uno es como es, y cada uno hace lo que con la mente puede. Y después, que la música no es solamente en el sentido del triunfo, de darte a conocer, en el sentido de ser popular y famoso. Eso vale, está bien, pero no es lo importante, lo importante es amar la música.
¿En algún minuto te pasó eso? ¿Sentiste las ganas de ser más popular que otros artistas?
Si, si, por supuesto que si. Pero he recapacitado, he pensado… coño, el tiempo que he vivido y todo lo que he vivido, me ha enseñado a que eso hay que sacarlo de la cabeza. No se puede tener eso de ‘coño, ese que no canta tan bien como yo y está triunfando tanto’, eso es lo de menos, porque hay cualquier cosa que él puede tener, que tú no tienes, así, sencillamente.
¿Te has imaginado en un mundo sin música?
No, no, no, no. Eso no. Eso no puede existir. Un mundo sin música es un mundo vacío de todo, ciego. Ni las flores serían lo que son, ni los árboles, ni nada seria lo mismo. La música es, por encima de todas las cosas, un privilegio que tenemos los humanos. Y solamente de escucharla estoy hablando, y si la puedes llegar a hacer, mucho mejor. Pero solamente escuchar la música es como para dejar volar el sentimiento, la imaginación y el alma, y decir ‘Dios mío, que feliz soy’.
El mundo abstracto
Además de la música te involucraste en otro mundo de las artes,  la pintura…
Si mira, estoy pintando en este momento, ha, ha.
Buenísimo, ¿qué estás pintando?
Soy una persona que si hay que poner el pincel o la voz, se pone donde sea. Ahora mismo estoy haciendo algo que ni pensaba seguir por este camino, y al final, he cogido el cuadro y he tomado uno que no había pensado en un principio, pero me queda bien. Ha, ha, ha. Esto de la pintura es exactamente como la canción, yo adoro la canción, pero coño, la pintura me hace sacar lo mejor de mi.
¿Qué cosas te inspiran para pintar?
Cualquier tontería de la vida… o nada. O me pongo a pintar sin saber lo que voy a hacer  y van surgiendo las cosas. Lo normal es, coger el lienzo, empezar a garabatear y por ahí va saliendo la cosa. Te aseguro que, tal como estoy hoy en día, están saliendo cosas realmente maravillosas.
¿Has montado exposiciones?
No me gusta, por ejemplo, tener que hacer las exposiciones. Para mi sería muy fácil, por el simple hecho de ser conocido por la música, pues hacer exposiciones y vender cuadros y tal. He vendido muchos cuadros, pero porque a la gente les ha interesado comprar. No es que sea mi oficio, coño, mi  oficio es el de cantar, pero si alguien quiere comprar mis cuadros, también están en venta, claro. Ha, ha, ha.  Y si no, ¡regalo, eh!.
Ah. Pero que bueno saberlo.
Pero claro, por favor. A la gente que yo quiero, ahí les regalo un cuadro si ellos gustan. Es más, si tú estuvieras en Barcelona, ahora mismo te regalo un cuadro.
¡Oh... que mal!
Para que veas… lástima que no estés. He, he, he.
Bueno, dentro de tus cuadros hay hartos desnudos de mujeres y también muchos colores vivos…
¿Sabes que pasa? Son momentos en que uno se va situando. Antes hacía desnudos de mujeres e incluso llegué a pintar bastantes cosas pornográficas… he, he. Pero no, ahora pinto mucho, mucho, mucho abstracto, que es lo que más me gusta. Cosas que las miran y dicen, ‘oye, que bonito te ha quedado esto, pero que coño es’ y yo digo, ‘ah, pues no lo sé, pero me ha quedado precioso’, ha, ha, ha.
¿Has pensado en insertar este mundo de la pintura dentro de tus conciertos?
No, no podría. A veces, en alguna actuación he regalado algún cuadro. Pero sabes que te digo, que la gente tampoco lo valora. Dicen ‘ah, que bonito el cuadro’, pero no le dan importancia. Y lo jodido es ir con los cuadros por todo el mundo, pues no me podría ir a todos lados cargado de cuadros para regalar, ha, ha, ha.
A futuro
¿Además de los cuadros, estás trabajando en algo nuevo?
Pronto va a salir un disco nuevo, que acabo de terminar, que es el número 51, - como si pensara en voz alta dice - wow, 51 discos tengo grabados. Joder… - luego cambia el tono de voz y continúa -  y que es un disco que es parte de lo que es mi vida. Se llama “El Cantante” y refleja lo que es la vida del cantante en varias situaciones, o mi vida de pequeño, cuando llegaba mi padre a casa en aquella pequeña miseria que pasábamos en la post guerra, y bueno, cosas así que uno, cuando tiene años ya,  puede reflejar. Y si no lo compran, pues me importa un… muy poco. Lo que me interesa es poder hacerlo y, a quien quiera escucharlo, que lo escuche.
¿En algún minuto pensaste que harías 51 álbumes como cantante?
No, eso es algo impensable. Yo creo que para nadie, porque es una carrera de casi 50 años. Es muy difícil pensar tener una edad y poder seguir trabajando de esto y poder seguir grabando, y sobre todo, que la gente te siga reclamando de ‘coño, por qué no vienes aquí o por qué no haces algo nuevo’. Y mientras tenga fuerzas, como dice una de esas canciones que he hecho ahora, ‘mientras Dios me de la fuerza y la gente me quiera escuchar, allí estaré y aunque tenga que morir de pie en el escenario’.

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