Dyango es un tipo que puede hablar de música con propiedad, conoce
sus estilos y la estudia desde la infancia, pero esta no es la única
vertiente creativa en la que navegan sus ideas.
Hace un tiempo, su mano se aferró a un pincel con el cual inició una
inagotable fábrica de pinturas llenas de color, desnudez, sicodelia,
inimaginadas para él o sus seguidores. A casi un mes de su retorno a
Santiago, los próximos 2 y 3 de septiembre, el español habló con
Terra.cl para contar sobre su relación con Chile, la experiencia, el
futuro, y este nuevo mundo abstracto en el que pasea feliz.
El Regreso a Chile
¿Cómo te sientes con este regreso a Chile?
Es como volver a casa. He ido siempre y soy uno de los cantantes que
más veces a tenido la suerte de visitar Chile y no en vano, cuando era
el año 68, cuando recién era un ‘nene’, fui por primera vez. Y así,
seguidamente he ido y venido, y muchas veces, una detrás de otras y
bueno, por eso me pongo contento de regresar ahora. Hace ya un año y
medio que no estoy en Chile, y va a ser un rencuentro realmente
fantástico.
Por ahí se habla que eres una de las cartas para el próximo Festival de Viña del Mar
¡Bah! Me volvería loco, ha, ha, ha. Me volvería loco porque es uno de
los escenario donde, por qué no decirlo, he tenido grandes éxitos en las
tres o cuatro presentaciones que he hecho en mi vida. Probablemente,
alguien haya estado muchas más veces que yo, pero que yo haya estado
tres o cuatro veces, ya es hermoso para mí, y su puedo hacer una quinta
vez, pues tanto mejor. Para mí, la Quinta Vergara es algo fuera de
serie, es algo que para hablarlo, tienes que vivirlo.
¿Te gustaría estar dentro del jurado, tal vez en el rol de presidente de este “jurado festival”?
¡Hombre! Soy muy exigente y no sé si podría aguantarme. A veces lo he
pensado, ¿sabes?, en especial por mi formación musical, porque estudié
música desde los ocho años. Estudié armonías, violín y trompeta. Terminé
los estudios de todo eso y después fui cantante toda mi vida, entonces,
vería difícil dejar pasar una desafinación, ha, ha, ha, y sería
bastante duro. Pero bueno, siempre debe haber alguien que tiene que ser
así, ¿no?, pero si me gustaría, claro que sí y también poder enseñarles
en qué mejorar y qué camino seguir.
La experiencia
¿Qué consejo le darías a jóvenes que ahora parten en la música?
Sería que no se fijaran nunca en lo que hacen los demás, que cada uno
tiene un sitio en este mundo. No hay que tener ni un poquitín de envidia
hacia los demás. Cada uno es como es, y cada uno hace lo que con la
mente puede. Y después, que la música no es solamente en el sentido del
triunfo, de darte a conocer, en el sentido de ser popular y famoso. Eso
vale, está bien, pero no es lo importante, lo importante es amar la
música.
¿En algún minuto te pasó eso? ¿Sentiste las ganas de ser más popular que otros artistas?
Si, si, por supuesto que si. Pero he recapacitado, he pensado… coño,
el tiempo que he vivido y todo lo que he vivido, me ha enseñado a que
eso hay que sacarlo de la cabeza. No se puede tener eso de ‘coño,
ese que no canta tan bien como yo y está triunfando tanto’, eso es lo
de menos, porque hay cualquier cosa que él puede tener, que tú no
tienes, así, sencillamente.
¿Te has imaginado en un mundo sin música?
No, no, no, no. Eso no. Eso no puede existir. Un mundo sin música es un
mundo vacío de todo, ciego. Ni las flores serían lo que son, ni los
árboles, ni nada seria lo mismo. La música es, por encima de todas las
cosas, un privilegio que tenemos los humanos. Y solamente de escucharla
estoy hablando, y si la puedes llegar a hacer, mucho mejor. Pero
solamente escuchar la música es como para dejar volar el sentimiento, la
imaginación y el alma, y decir ‘Dios mío, que feliz soy’.
El mundo abstracto
Además de la música te involucraste en otro mundo de las artes, la pintura…
Si mira, estoy pintando en este momento, ha, ha.
Buenísimo, ¿qué estás pintando?
Soy una persona que si hay que poner el pincel o la voz, se pone donde
sea. Ahora mismo estoy haciendo algo que ni pensaba seguir por este
camino, y al final, he cogido el cuadro y he tomado uno que no había
pensado en un principio, pero me queda bien. Ha, ha, ha. Esto de la
pintura es exactamente como la canción, yo adoro la canción, pero coño, la pintura me hace sacar lo mejor de mi.
¿Qué cosas te inspiran para pintar?
Cualquier tontería de la vida… o nada. O me pongo a pintar sin saber lo
que voy a hacer y van surgiendo las cosas. Lo normal es, coger el
lienzo, empezar a garabatear y por ahí va saliendo la cosa. Te aseguro
que, tal como estoy hoy en día, están saliendo cosas realmente
maravillosas.
¿Has montado exposiciones?
No me gusta, por ejemplo, tener que hacer las exposiciones. Para mi
sería muy fácil, por el simple hecho de ser conocido por la música, pues
hacer exposiciones y vender cuadros y tal. He vendido muchos cuadros,
pero porque a la gente les ha interesado comprar. No es que sea mi
oficio, coño, mi oficio es el de cantar, pero si alguien
quiere comprar mis cuadros, también están en venta, claro. Ha, ha, ha.
Y si no, ¡regalo, eh!.
Ah. Pero que bueno saberlo.
Pero claro, por favor. A la gente que yo quiero, ahí les regalo un
cuadro si ellos gustan. Es más, si tú estuvieras en Barcelona, ahora
mismo te regalo un cuadro.
¡Oh... que mal!
Para que veas… lástima que no estés. He, he, he.
Bueno, dentro de tus cuadros hay hartos desnudos de mujeres y también muchos colores vivos…
¿Sabes que pasa? Son momentos en que uno se va situando. Antes hacía
desnudos de mujeres e incluso llegué a pintar bastantes cosas
pornográficas… he, he. Pero no, ahora pinto mucho, mucho, mucho
abstracto, que es lo que más me gusta. Cosas que las miran y dicen,
‘oye, que bonito te ha quedado esto, pero que coño es’ y yo digo, ‘ah, pues no lo sé, pero me ha quedado precioso’, ha, ha, ha.
¿Has pensado en insertar este mundo de la pintura dentro de tus conciertos?
No, no podría. A veces, en alguna actuación he regalado algún cuadro.
Pero sabes que te digo, que la gente tampoco lo valora. Dicen ‘ah, que
bonito el cuadro’, pero no le dan importancia. Y lo jodido es ir con los
cuadros por todo el mundo, pues no me podría ir a todos lados cargado
de cuadros para regalar, ha, ha, ha.
A futuro
¿Además de los cuadros, estás trabajando en algo nuevo?
Pronto va a salir un disco nuevo, que acabo de terminar, que es el
número 51, - como si pensara en voz alta dice - wow, 51 discos tengo
grabados. Joder… - luego cambia el tono de voz y continúa - y
que es un disco que es parte de lo que es mi vida. Se llama “El
Cantante” y refleja lo que es la vida del cantante en varias
situaciones, o mi vida de pequeño, cuando llegaba mi padre a casa en
aquella pequeña miseria que pasábamos en la post guerra, y bueno, cosas
así que uno, cuando tiene años ya, puede reflejar. Y si no lo compran,
pues me importa un… muy poco. Lo que me interesa es poder hacerlo y, a
quien quiera escucharlo, que lo escuche.
¿En algún minuto pensaste que harías 51 álbumes como cantante?
No, eso es algo impensable. Yo creo que para nadie, porque es una
carrera de casi 50 años. Es muy difícil pensar tener una edad y poder
seguir trabajando de esto y poder seguir grabando, y sobre todo, que la
gente te siga reclamando de ‘coño, por qué no vienes aquí o por
qué no haces algo nuevo’. Y mientras tenga fuerzas, como dice una de
esas canciones que he hecho ahora, ‘mientras Dios me de la fuerza y la gente me quiera escuchar, allí estaré y aunque tenga que morir de pie en el escenario’.
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