No obstante, el público se mostró más bien tímido durante la mayoría del espectáculo.
Eso sí, en un par de ocasiones, varias señoras no resistieron la tentación y se acercaron al cantante para ofrecerle una flor la cual él recibió con una mirada de infinita gratitud y las colocó en su ojal, donde permanecieron durante el resto del encuentro.
Vestido de traje entero negro y con un chaleco azulaceo, el artista se mostró bromista durante sus conversaciones con los asistentes.
También aprovechó para interpretar un par de temas de su nuevo disco llamado Puñaladas en el alma, compuesto de tangos y grabado al lado de la Orquesta Sinfónica de Praga.
Uno de los momentos más conmovedores de la velada fue cuando Dyango hizo otra pausa para contar que e día anteriorl tuvo que darle la mala noticia a su representante, Tony García, de que su madre había muerto en España ese mismo día.
Tras hacer una reflexión sobre la soledad que tienen que vivir muchas veces los artistas por estar lejos de casa, el músico pidió un aplauso de solidaridad para García, quien había decidido permanecer en Costa Rica para cumplir con el compromiso antes de volver a España para enterrar a su madre.
La respuesta del público fue innegable y se extendió por más de un minuto, mientras Dyango se ponía las manos sobre sus ojos.
Luego continuó interpretando varios de sus éxitos, los que despertaron los ánimos del público que le ofreció una ovación a lo largo de este recorrido, lo acompañó a cantar y le gritó varias veces "¡bravo!".
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