En 2014, Dyango dijo "Gracias y adiós". Realizó lo que llamó su última gira, visitó los países americanos que más lo han recibido durante sus 50 años de carrera y comenzó a vivir su retiro. Durante un año y medio se dedicó a la pintura. Sin embargo, el pincel no pudo suplantar al micrófono y el cantante catalán decidió que el descanso había sido suficiente, y que era hora de volver.
Mañana, Dyango regresará a presentarse en el Palacio Peñarol, ahora en el marco de su gira "Si tu me dices ven...", un reconocimiento al público que todavía lo reclama de parte de un músico que se niega a abandonar el escenario.
"Yo siento que la gente que me quiere, principalmente lo que quiere es escuchar a Dyango, no importa lo que haga", dijo el cantante desde Argentina. "Sobre todo escuchar sus canciones, las canciones que escuchaban cuando eran más jóvenes, las canciones que se hicieron populares. Por supuesto hago esas canciones pero también otras que intento que se hagan conocer más. Y si la gente me pide pues yo canto, ¡las que me acuerde!".
¿Por qué decidió volver a los escenarios tras haber tomado la difícil decisión de bajarse?
Pues extrañaba a la música en sí. Llegó un momento que pensé que había sido bastante ya. Fueron 50 años de viajar, sobre
todo de giras y todo eso, que me convencieron finalmente de retirarme. Pero ha pasado un poco de tiempo, un año y pico, y me di cuenta de que no puedo. Esto es mucho más fuerte que yo. Y por supuesto, hay que reconocer que la gente me ha querido mucho y me quiere mucho. Sería ingrato de mi parte el no hacer un pequeño esfuerzo. Porque en definitiva esa es mi vida: cantar, ¿no?
Si bien Latinoamérica es una de sus paradas obligadas a la hora de realizar una gira, ¿siente que a través del tango pudo relacionarse más profundamente con el Río de la Plata?
Bueno, el tango ha sido una de mis debilidades. Y en el Río del Plata han surgido gigantes maestros del tango, en los cuales yo me fijé mucho. Yo aprendí mucho de lo que es el tango y cómo cantarlo. Y lo digo con mucha modestia: el tango pues lo canto bien (risas). Siendo de afuera, he sido el que el que más hondo ha calado en la gente del Río de la Plata.
Más allá de su amistad con Roberto Goyeneche, ¿de qué otros cantores o compositores ha aprendido?
Ha habido gente impresionante. Hace pocos días murió uno de los más grandes: Mariano Mores. El propio Gardel que muchos lo conocen como cantante pero ha sido también un compositor de los grandes. Enrique Cadícamo, Homero Manzi, Homero Expósito. Han habido gente con la que me he identificado siempre y le he tenido siempre el respeto que merecen.
¿Qué le atrajo del tango y cómo se volcó al género?
Yo creo que fue la manera de decir del tango. Cantar canta mucha gente, y muy bien por cierto, con muy buenas voces. Pero para saber decir una canción, una melodía hay que haber mamado mucho. Tiene que haberte gustado mucho el tango y hay que repasar las cosas que otros han hecho para decir "yo puedo hacer más o menos eso". Saber cantar bien no es nada comparado con el saber decir bien.