Hace "dos días" era un "chaval" que "soñaba con hacer música" y hoy, 5 de marzo, cumple 75 años con la "ilusión de seguir haciendo música", pero con una "carrera brillante" a sus espaldas que ha surgido "sin darse cuenta", cuenta el cantante catalán Dyango en una entrevista con Efe.
"No he hecho muchos esfuerzos para llegar, pero soy el más querido en América, no el de más éxito, pero sí el más querido por la gente", reconoce.
José Gómez Romero, Dyango, (Barcelona, 1940) que se alzó a la fama en el conocido Festival de Benidorm en 1976 con la canción "Si yo fuera él", está inmerso en su gira "Gracias y adiós" que le llevará al Teatro Nuevo Apolo de Madrid el próximo 17 de marzo y con la que da "las gracias" por sus éxitos y dice "adiós" a cantar en directo.
Con 55 discos de oro y 40 de platino advierte que no va a dejar "jamás" la música y prueba de ello es que acaba de publicar "Italianíssimo", un disco "muy pensado".
Grabado en 2011 en "el idioma de la música", es decir, "el italiano", es algo que "tenía en la cabeza" desde hace tiempo.
El autor de grandes éxitos como "Corazón mágico", "La Mare" o "Lejos de los ojos" habla con nostalgia de los años vividos pero con la seguridad de que "difícilmente" alguien puede interpretar una canción melódica como lo ha hecho él.
"No se puede durar tantos años si no lo haces tan bien y la gente te quiere tanto", asegura el catalán.
Su nombre artístico es un guiño a Django Reinhardt, guitarrista gitano de jazz, su "pasión", y aunque ha hecho alguna canción, prefiere la música "melódica" porque para hacer jazz hay que ser "muy bueno".
La afición a la canción le viene de su madre que con 4 años le llevaba a concursos de radio para que cantase canciones como "Campanitas de cristal", tan "difíciles" para su edad que "siempre ganaba", reconoce sin ansias de resultar "pedante".
"Cuando ella tenía 102 años -falleció con esa edad en 2013- cantábamos canciones y me decía que hasta que no afinase más no iba a triunfar en Buenos Aires, y yo ya había triunfado hace muchos años", cuenta divertido.
De su padre, trompetista en una orquesta, heredó el amor por la música y eso le llevó a estudiar en el Conservatorio de Música de Barcelona, base de su carrera.
"Se puede estudiar música y ser un virtuoso de un instrumento -toca la trompeta y el violín- pero con el arte se nace y luego se hace", cuenta el cantante.
Ha cantado rancheras en México, "filin" en Cuba y baladas en Estados Unidos y eso que tiene una voz que "no es nada del otro mundo", pero su verdadera seña de identidad ha sido el tango.
Conquistó Argentina con su música, aunque mucho tuvo que ver también Roberto "Polaco" Goyeneche, "el mejor cantante de tango de la historia" y con quien ha aprendido a amar un género que "no es solo música, es poesía".
Aunque ha cantado a dúo con muchos artistas, como Rocío Durcal, Celia Cruz o Paco de Lucía, lamenta no haberlo hecho con Rocío Jurado, a pesar de haberlo "hablado muchas veces".
Dyango está convencido de que "a la gente le sigue gustando el romanticismo" y pretende seguir "inmerso en la música" consciente de que llegará un punto en el que tendrá que parar.
"Lo que he cantado es una cosa difícil de explicar -cuenta orgulloso- "¡que me quiten lo bailao!".